Lluvia
El gris cielo amenazaba tormenta.
El fuerte viento empujaba lo verde,
y esta soledad que no se ahuyenta,
se ríe, mientras, el frío me muerde.
Deambulé, y aquella lluvia espesaba,
cada paso me acercaba hacia ti;
de repente, aquel camino se acaba.
Estás ahí, pero no para mí.
Ahora que ya es demasiado tarde
realmente no importa cuanto diga.
Siento que toda mi alma se quema, arde.
Poco, nada importa el rumbo que siga.
Esa lluvia que sin piedad alguna
golpea con ira y fuerza a la tierra,
nubla mi sentir y esconde a la luna
dejándome en la oscuridad que encierra.
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